Osados ensamblajes del creativo Batalla
por Laura Feinsilber
La actual muestra de Juan Batalla en el Centro Cultural Recoleta da cuenta de cómo las llantas de bicicleta pueden convertirse, gracias a la creatividad del artista, en una poderosa idea-fuerza.
Sería interesante saber si los que las diseñan se basan en la geometría rectilínea y discontinua, predominio de triángulos, hileras de dentículos cortados que caracterizan a ciertos objetos de la primera edad del hierro llamada Hallstat, por su ubicación en el Tirol austríaco.
Batalla (Buenos Aires, 1967), comenzó ya hace algún tiempo a utilizarlas en bajo relieves de carácter austero por su color negro y por su combinación acotada de fragmentos.
Actualmente se han vuelto joyantes por su cromatismo: plateado, azul, blanco, rojo, en combinación en algunos casos con el negro y un verdadero “tour de force” por la manipulación a la que las somete.
El tríptico “El Rinoceronte”, ensamblaje de caucho sobre madera, de gran tamaño y que da nombre a la muestra, es un ejemplo de la capacidad compositiva y osada utilización del material. Según Batalla, “el rinoceronte, utopía del siglo XXI, resume conceptos de tensión y fuerza por esa lejanía y espíritu de otra dimensión”, este último, recurrente en su obra.
Del díptico de la pared pasa a la obra escultórica de bulto que yace tanto amenazadora como indefensa.
Se destaca también “Guardiero”, suponemos, guardián de la muestra, obra compleja y dramática por su forma envolvente y que también exhibe salientes, dibujos vegetales, Geométricas repeticiones, incisiones, características de este elemento que Batalla encuentra en su geografía bonaerense y al que ha resignificado y por supuesto dignificado.
30 de abril 2010
domingo, 9 de mayo de 2010
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